Por Sofía Di Mitrio, Corredor Inmobiliario
Aunque las decisiones sobre la compra de una propiedad suelen basarse en factores bien tangibles como la ubicación, los metros cuadrados, el estado del inmueble y el precio, también hay elementos emocionales y subjetivos involucrados.
Esos elementos emocionales pueden estar relacionados con reacciones químicas del cerebro, que influyen –claramente– en las preferencias y percepciones de la persona interesada en la propiedad en venta, sea nueva o usada. Aquí te brindamos más precisiones al respecto.
Olores
Los olores desencadenan respuestas emocionales y afectan la forma en que las personas perciben un espacio. Si una propiedad tiene olores desagradables –como humedad, encierro y fritura–, esto haría que se rechace la unidad debido a una reacción negativa visceral.
Por el contrario, un aroma como el del café o el de una planta de lavanda, predispone positivamente y puede traer al presente recuerdos valiosos, placenteros. El escritor francés Victor Hugo escribió en cierta oportunidad: “Nada despierta la reminiscencia como un aroma”.
Recuerdos
Algunas propiedades podrían estar asociadas a emociones del pasado del visitante. Si una persona tuvo experiencias negativas relacionadas con una característica específica de la propiedad que está conociendo –por ejemplo, la presencia de un árbol como un ciprés igual al que se encontraba en su casa, donde pasó una infancia que no fue precisamente feliz–, es posible que sienta una reacción negativa automática hacia ella.
Para quien mira la situación desde afuera, quizás resulte algo menor o solo anecdótico. Pero para quien revive un recuerdo angustiante, no lo es.
Estética
Los colores, la disposición y el diseño general de una propiedad tal vez activen áreas del cerebro relacionadas con la apreciación estética y la comodidad visual. Si esos elementos –pisos de madera o de cerámicos, techos altos o bajos, ventanas grandes o pequeñas, por caso– no son agradables para una persona a nivel subjetivo, podría sentir una aversión hacia la propiedad.
Seguridad
Cuando una casa o un departamento no transmite una sensación de seguridad, el cerebro va a generar respuestas negativas, lo que llevará a un rechazo. La inseguridad no tiene nada que ver con las unidades ubicadas en los pisos altos, o con los ventanales de una unidad –en planta baja– que no se hallan protegidos por rejas. Incluso podría suceder que cierto PH remita a la potencial compradora –o al futuro adquirente– a sensaciones no positivas.
Elementos ambientales
El cerebro humano está programado para reaccionar bien a ciertos elementos ambientales como la luz natural, la ventilación y el espacio abierto. Si una propiedad carece de esos atributos, puede generar una sensación de desagrado.
Intuición y “química”
A veces, las personas simplemente tienen una intuición negativa hacia una propiedad, sin una razón específica. Esa intuición puede estar influenciada por una variedad de factores sutiles, difíciles de precisar. Así como entre dos seres humanos a veces no existe “química”, lo mismo sucede entre un individuo y una propiedad ofrecida a la venta.
¿Cómo evitar esos rechazos tan personales y subjetivos?
En general, es complejo saber cómo piensa y siente una persona que va a conocer una propiedad con el fin de adquirirla. Resulta difícil conocer su psiquis. Sin embargo, hay una herramienta a la que todo propietario o dueña de un inmueble debe recurrir. Se trata del home staging, un conjunto de técnicas simples para que una unidad brille, se destaque, muestra su máximo potencial.
Algunas de esas técnicas son:
. Despejar la circulación de todos los ambientes, eliminando el exceso de sillas, mesas, mesitas auxiliares y demás.
. Permitir el ingreso de la luz natural, corriendo las cortinas y usando telas no densas.
. Emplear lámparas LED de bajo consumo de tonalidad cálida. Reservar las de luz fría para los baños.
. Repintar las paredes descascaradas y hacer todos los arreglos menores que sean necesarios –como las goteras de las canillas, por caso–.
. Utilizar espejos para multiplicar la luz.
. Eliminar los objetos decorativos relacionados con equipos de fútbol o rugby, política, religión.
. Efectuar una limpieza a fondo y airear los espacios.
. Cuidar los elementos de la entrada o acceso: el jardín exterior, el palier, la puerta de ingreso y hasta el felpudo. Ellos solos hacen que el potencial comprador se forme una idea completa de la unidad, un minuto antes de haber dado el primer paso dentro del inmueble.
En Di Mitrio Inmobiliaria acompañamos a quien va a comprar, tanto si el inmueble es uno de los ofrecidos en nuestro sitio y nuestras redes, como si se encuentra en otros de colegas. Hace más de 40 años que brindamos ese servicio, a fin de que la persona se sienta respaldada y cuidada. Si estás por comprar, por favor, ponete ya mismo en contacto con nosotros.