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Di Mitrio Inmobiliaria

Un gran baile en el cielo. Una obra lírica moderna del rock

Por Guillermo Ansede, conductor de La Puerta, programa que se emite los jueves a la hora 22 por Radio Grafica, FM 89.3

He escuchado el tema cientos de veces, en equipos regulares, en equipos muy buenos, con distintos tipos de auriculares, hasta en sistema de sonido holofónico (mas no se puede pretender), y siempre caigo rendido a sus pies, una interpretación sublime que despierta mi envidia, la que se origina en no tener ni una pizca de capacidad para componer o cantar.

¿Que lleva a un artista a inspirarse de semejante manera para interpretar un tema con una lírica inexistente?

Sinceramente no lo puedo responder.

Viajando en el tiempo quizás podamos encontrar alguna que otra respuesta.

Hacia fines de 1971 Pink Floyd comienza a elaborar un nuevo álbum, que fue “The dark side of the moon”, una obra que explora los tiempos modernos, la obsesión por el dinero, el tiempo, la locura y lo absurdo de la existencia del autor.

Lanzado al mercado en 1973 se convertiría en el álbum más famoso y de mayor éxito comercial de la banda, con la friolera de 45 millones de copias vendidas.

La última canción del lado A, es ni más ni menos que \”The Great Gig in the Sky\”, o “El gran baile en el cielo” una notable composición instrumental de Richard Wright, la cual contiene uno de los solos vocales más impresionantes en la historia del rock.

Hago un pequeño detalle de la canción en forma terriblemente simple y pido disculpas:

La canción está inspirada en la tristeza y la inminente muerte del protagonista, al inicio de se escucha la magia del piano y órgano Hammond de Richard Wright, luego viene un fragmento de un discurso, y en forma inmediata a esta intervención aparece la maravillosa voz de Clare Torry que nos eriza la piel y nos lleva a los propios rincones inexplorados de nuestras almas.

Lentamente se suman más instrumentos y mas capas sonoras de forma impecable, hasta que, finalmente esta pieza lírica moderna finaliza, casi como comenzó con un piano que se despide dejando un manto de tristeza detrás.

¿Pero cómo se llego a esto?

Alan Parsons (Ingeniero de sonido, Productor y arreglista) sugiere el nombre de la cantante Clare Torry, ya que estaba muy impresionado con su producción vocal.

Clare Torry escucho la pieza desarrollada por Wright y solicitó que la volvieran a pasar, ella pensó que su voz debía ser un instrumento más en la canción, y cuenta que la única instrucción que recibió de parte de la banda fue: \”Piensa en la muerte o en algo horrible y canta\”.

La cantante lo hace en solo tres tomas y cuenta que no recuerda haber notado mucho entusiasmo por lo hecho, salvo por parte de David Gilmour, y creyó que su trabajo jamás alcanzaría la mezcla final. Lo que no supo es que a los miembros de la banda les había encantado su improvisación.

A más de 40 años que fuera lanzada la canción, sigue cautivando a todo aquel que se deje atrapar por la magia de su voz y la música de Pink Floyd.

Para finalizar, y responder la pregunta inicial, creo que en este caso sucedió una combinación de la madurez compositiva de la banda, una voz inigualable, y dos personas (Wirght-Torry) que encajaron en tiempo, espacio y perfección.

Los invito a escuchar a continuación el programa de La Puerta donde tratamos esta pieza maestra con mayor nivel de detalle.

Hasta la próxima!