Por Marcelo Langone, Arquitecto y Corredor Inmobiliario
- No cuestionarte por que querés vender. Parece obvio, pero no lo es. Hacerte las preguntas necesarias para saber qué te motiva vender tu casa es el primer paso para definir si hoy es tu momento para vender o si todavía tenés que madurar la decisión.
- No conocer las variables que influyen en la venta. Hay variables o palancas que podes accionar y otras que no, en el proceso de venta. Conocerlas a fondo y hacerte cargo de las que sí podes accionar, cómo desestimar y no intentar una lucha con las variables no podes controlar, es la clave para definir la estrategia comercial
- No comprender que tu casa va a competir con otras en el mercado. En el mercado actual los porcentajes de cierres en comparación con la oferta son dramáticamente bajos. No todos venderán. Asumir ésta situación te permitirá elegir la estrategia adecuada para ganar más visibilidad y aumentar las oportunidades de venta.
- No preparar tu casa para la venta. No hay una segunda oportunidad para una primera mala impresión. ¡Tu casa debe enamorar desde el primer día! En las fotos y luego en las visitas que se hagan. Prepararla para salir a escena es un trabajo que tenemos que hacer en equipo. Si tu casa se ve bien, se ve más y se vende mejor.
- No entender que el precio se busca. Debes entender que una cosas es Valor de Publicación, es decir el valor que ves en los portales inmobiliarios, por ejemplo, y otra es el Precio de Cierre, ese por el que finalmente se termina concretando la operación y que se va buscando en función a cómo se comporte tu propiedad en el proceso de comercialización.
- No conocer los factores que influyen en el precio. Hay factores que influyen directamente en el precio de tu casa, como ser su tipología y superficie, y otros que no, como ser cuánto gastaste para comprarla, por ejemplo. Conocer esos factores te permitirá saber si estás saliendo al mercado con un Valor de Publicación realista.
- No ponerte en los zapatos del comprador. Correrte de tu lugar de propietario es un excelente y necesario ejercicio para entender como el comprador toma sus decisiones y con qué información cuenta sobre tu propiedad, el mercado y tus competidores.
- Elegir una inmobiliaria por el valor de tasación. No caigas en la trampa de ser atraído por una inmobiliaria que sólo tiene para ofrecerte una expectativa de ganancias irreales. No sólo perderás tiempo, sino que cuando caigas en la cuenta, habrás perdido mucho dinero.
- Creer que todas las inmobiliarias son iguales. No vayas al lugar común de pensar que todos somos iguales. Cuando contrates una inmobiliaria exigí que te expliquen que van a hacer por vos. Punto por punto. Y elegí a la inmobiliaria no sólo por el Valor de Tasación sino también por su Propuesta de Servicios.
- Creer que es mejor trabajar con muchas inmobiliarias. Trabajar con muchas inmobiliarias al mismo tiempo solo te dará la “sensación” que hay muchos intentando vender tu casa, pero pensá: Si vos no confias en ninguno, tampoco ellos confiarán demasiado en vos, con lo cual, serás uno más entre tantos. Prioriza Tus Intereses, no los de la Inmobiliaria, exigiendo Dedicación, Compromiso y Resultados.